*El sándwich de helado de Nata que oferta en el tianguis de Analco de la Ciudad de Puebla es la estrella, pero los sabores van desde mango zarzamora, frutos rojos y, hasta calabaza
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- Largas filas de personas esperan turno para que Don Gil corte -con su cuchillo bien afilado- una ración de barra de helado que saca del pequeño frigobar; la rebanada va entre la galleta para formar un sándwich.
Es un hombre muy serio y de pocas palabras, siempre concentrado en la atención, casi no sonríe, pero trata muy bien a quien se acerca a disfrutar un manjar que provoca largas filas.
Los helados de nata de Don Gil, servidos como un sándwich con un par de galletas, causan furor entre los visitantes del tianguis de fin de semana de Analco en la Ciudad de Puebla.
Hay quienes llegan muy seguros de qué sabor van a pedir, porque lo han hecho por décadas, la mayoría se decantan por el de nata; hay otros más indecisos o que quieren probar conforme los colores aparecen a su vista.
El hombre explica pacientemente los sabores: el amarillo es de mango y no de vainilla, el blanco de nata, el que tonos morados de zarzamora. No hay de fresa, pero sí de frutos rojos.
Aprendió a hacer el helado de nata cuando trabajó en Super Fernando, una tienda que desapareció en la 25 Sur, entre la 3 y la 5 Poniente. El dueño era español y les dijo a los empleados que si querían aprender a prepararlo, les iba a enseñar.
Nadie quiso hacerlo, sólo Don Gil, quien desde hace 15 años los prepara y se ha convertido en un negocio familiar. En San Andrés Cholula su familia elabora los helados, cuyo éxito es tal que han comenzado a vender por mayoreo.
Hay clientes que lo han seguido desde que vendía en la tienda, cuando usaban la galleta estilo María como cubierta, pero decidió cambiarla por otra conocida como “crema de nieve”, más delgada que le ha dado el toque a su producto.
A la herencia gastronómica que tuvo, le ha ido añadiendo más cosas, como innovar con los sabores y hacer combinaciones, pues en temporada de muertos, suele elaborar un helado de calabaza, que se suma al de mamey, coco, blueberry, chocolate y de chispas de chocolate, éste último con ingredientes de Oaxaca.
Presume que su helado ha tenido éxito porque no tiene saborizantes ni conservadores, y además usa 100 por ciento fruta natural.
Al decirlo, esboza una sonrisa, porque dice se siente satisfecho.
